Si te has mantenido al tanto de los avances en inteligencia artificial, seguro que has oído hablar de GPT-5. Este modelo de lenguaje, que se espera que sea el próximo gran salto en el mundo de la IA, ha generado mucho revuelo. Sin embargo, detrás de todo ese hype, las cosas no parecen ir tan bien como muchos esperaban. En lugar de ser una revolución, GPT-5 está enfrentando retrasos y desafíos que están poniendo a OpenAI, la empresa que lo desarrolla, en una situación difícil. ¿Qué está pasando con este modelo que debería cambiar la forma en que interactuamos con la tecnología? Vamos a desglosarlo.
El problema de los costos y retrasos
GPT-5, cuyo nombre en clave es Orion, se está desarrollando desde hace meses, pero no está cumpliendo con las expectativas. A pesar de los enormes esfuerzos y los miles de millones de dólares invertidos, los avances no están siendo tan impresionantes como se esperaba. De hecho, cada ronda de entrenamiento de este modelo cuesta alrededor de 500 millones de dólares, y OpenAI ha tenido que repetir el proceso varias veces por problemas con los datos y la lentitud del entrenamiento. Todo esto ha causado retrasos significativos, y muchos se preguntan si el costo realmente justifica los resultados que estamos viendo hasta ahora.
Los problemas con los datos y los intentos de solucionarlos
Uno de los mayores retos para OpenAI es la escasez de datos de alta calidad con los que entrenar GPT-5. Para intentar solucionar esto, la compañía ha decidido crear sus propios datos desde cero, contratando expertos para escribir código, resolver problemas matemáticos y «dialogar» con el modelo para explicar cómo llegaron a sus soluciones. Esto suena bien en teoría, pero también significa más tiempo y dinero, y hasta ahora no ha sido suficiente para que el modelo dé el gran salto que muchos esperaban.
Un futuro incierto
Aunque GPT-5 tiene algunas mejoras sobre sus predecesores, como GPT-4, el progreso no ha sido tan significativo como se pensaba. A pesar de todo el dinero y el esfuerzo invertidos, los resultados siguen siendo decepcionantes para muchos expertos. OpenAI también se enfrenta a una feroz competencia, con empresas como Google y Anthropic desarrollando sus propios modelos de inteligencia artificial, lo que pone aún más presión sobre el equipo de Sam Altman, el CEO de OpenAI.
¿Qué nos depara el futuro?
A pesar de los obstáculos, OpenAI sigue apostando por la inteligencia artificial como el futuro de la tecnología. Están trabajando en modelos más especializados, como los de la familia «o» (o1 y o3), que están diseñados para tareas más concretas y han mostrado buenos resultados. Además, los agentes de IA, que pueden realizar tareas de forma autónoma, y los modelos que «razonan» más profundamente, podrían ser la clave para superar los problemas actuales. Tal vez estos avances puedan allanar el camino para un GPT-5 más competente en el futuro.
En resumen, aunque GPT-5 está tomando más tiempo y dinero del esperado, no todo está perdido. OpenAI sigue innovando, aunque de una forma más cautelosa, mientras se enfrenta a los desafíos de desarrollar inteligencia artificial de última generación. Habrá que esperar un poco más para ver si el famoso GPT-5 logra cumplir con las grandes promesas que se le han hecho.